☁️ El intruso

Soñé con un intruso, me dio miedo.

Era una noche oscura y silenciosa, estaba en mi cuarto cuando mi hermano llegó a verme porque necesitábamos checar unas cuentas, trajo con él una caja llena de tickets de supermercado, era las notas que teníamos guardadas de los últimos meses; concentrados íbamos revisando uno por uno para anotar las cantidades en la libreta de finanzas.

En eso se escuchó un ruido afuera, sorprendidos nos miramos el uno al otro, él abrió la cortina para asomarse por la ventana, luego de unos momentos vimos una sombra moverse y escuchamos el chirriante sonido del pasador de la puerta de la casa. Alguien había entrado, alguien extraño.

Apagué las luces para que no nos descubriera, pero había una que no podía apagar; no era de una lámpara, sino del antiguo teléfono de disco azul, que tenía una lucecilla parpadeante e inusualmente brillante. Intenté apagarla y esconderlo entre las cobijas, pero a pesar de que lo metía debajo y lo tapaba con almohadas y cojines, seguía brillando. La cortina estaba abierta, “¿Y si nos ve?”.

“Ponlo boca abajo” me decía mi hermano, “¡apágala, medita y apágala!”. Intenté voltearla como me dijo, pero solo brillaba más, no sabía qué hacer…

Al poco tiempo, aquella sombra llegó frente a mi puerta y tocó… “toc, toc, toc”. Precavido, mi hermano había cerrado con seguro, sigilosamente. Yo estaba asustada en mi cama, tratando de esconderme y de tapar la luz, pendiente de los sonidos y los movimientos para descifrar que sucedía.

Preguntamos si era alguno más de mis hermanos… “¿eres tú?”, no hubo respuesta…

Mi hermano fue directo y abrió la puerta…

“¡Ahhhh!”, grité en silencio. No me dio tiempo de prepararme o esconderme mejor. “Espérate, va a ver que somos dos” le dije apresurada, en voz baja… pero ya era tarde . La puerta estaba abierta.

Y esa persona, ahí… observando, inmóvil. Podía sentir su mirada penetrante.

Me paralicé por un momento. Era un hombre de camisa blanca que en la oscuridad apenas se veía, no se distinguía su cara, ni sabíamos quién era o que quería, solo estaba ahí, parado, observándonos en silencio.

… Desperté.


*Creo que traía algo en las manos, tenía las manos juntas, como sosteniendo algo frente al pecho, tal vez no era “malo”, parecía un regalo…
Pero me dio mucho miedo, no supe qué quería.

Era un intruso, entraba a mi casa sin invitación ni aviso y pasaba hasta los lugares más íntimos, sin explicación, sin mostrarse, escondido siempre dentro de las sombras, solo lo suficientemente visible para hacerme saber que ahí estaba y me observaba…

No entendí qué sucedía, ¿por qué estaba ahí?, o ¿qué quería? Tuve miedo. Sin un lugar donde esconderme o refugiarme, me sentí invadida y vulnerable.😭😐

Acorralada en mi propia casa…

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